sábado, 12 de octubre de 2013

Reflexión del Trabajo colaborativo


Como toda actividad que demanda un acuerdo grupal, los principales retos a los cuales se enfrentó el equipo de trabajo fue consensar acuerdos, no solamente en asuntos académicos sino también de conformación.  La elección del personal así como los criterios de colaboración se ven entorpecidos por decisiones unilaterales y egocéntricas que dificultan la marcha de los trabajos.

Sin embargo, debemos tomar en cuenta que una comunidad no madura porque lo deseemos. El tiempo es importante y juega a nuestro favor: desapegará a los menos interesados, formará complicidades, aumentará el conocimiento mutuo tanto como el colectivo y permitirá a cada uno articular la relación con la comunidad en sus propios planes vitales.

Los que estamos acostumbrados a trabajar respetando al otro, aunque no estemos de acuerdo, colaboramos bajo el principio de la plurarquía, donde todo actor individual decide sobre sí mismo, pero carece de la capacidad y de la oportunidad para decidir sobre cualquiera de los demás actores.

La plurarquía es la base de las comunidades deliberativas, no todos tienen por qué estar de acuerdo siempre en todo. No es necesario llegar siempre a consensos ni generar escasez buscando posiciones únicas mediante votaciones. Practicar y acostumbrarse a la plurarquía es fundamental para llegar a ser una verdadera comunidad, además de ser una experiencia liberadora y enriquecedora en sí misma. No se trata de exaltar el individualismo, al contrario, se trata de aprender a ser comunidad, a mantener una identidad compartida con otros, desde la práctica cotidiana de la absoluta independencia de cada uno.

En este sentido, el objetivo no es ser más ni permanecer juntos sino aprender más. La lógica tradicional de la representación hace que se considere más importante un grupo si tiene más miembros, eso genera deseos de crecer a toda costa o cuando menos una cierta tensión para evitar que los que ya son miembros se vayan. En el límite, este tipo de lógica es la de una secta proselitista: “fácil entrar, chantaje emocional para salir.”

Para que una comunidad madure, debe ser todo lo contrario: entrar tiene que ser por consenso de los que están, salir tan fácil como que simplemente apetezca separarse. Separarse, temporal o definitivamente, no debe ser explicado. No pueden pedirse explicaciones que muchas veces no existen. El grupo no debe meterse en el estado de ánimo de sus miembros ni convertir en indeseables a los que se van. Estamos en una comunidad conversacional, no hay perjuicio para nadie si a alguien no le apetece continuar la charla.

Y nuestro grupo maduró.

Como logros obtenidos al desarrollar la actividad, podemos mencionar el aprendizaje adquirido al observar los diversos enfoques que se le pueden dar a una misma actividad.  Se refuerza la idea de que un tema puede explicarse desde el punto de vista teórico, pragmático, activo o reflexivo, por mencionar la teoría de David Kolb.

A pesar del momentáneo desequilibrio que ocasionó la discusión de la pertinencia o no de la admisión de nuevos miembros, -situación que provocó el desmembramiento del equipo- se trabajó de forma fluida y amena.

La comunicación a través de chat y correo electrónico, así como el involucramiento real de los integrantes del equipo de trabajo para realizar el documento fue muy significativo.  Colocar el archivo en la “nube” permitió que se trabajara permanentemente en su construcción sin limitaciones de tiempo. Incluso llegó a darse la situación de que dos personas simultáneamente estuvieran trabajando en él.

Se trabajó con fuentes de colores; cada integrante adoptó un color de fuente para identificar las aportaciones individuales y detectar rápidamente los cambios sufridos en la redacción.

Se respetaron las decisiones tomadas por cada uno de los integrantes y no hubo necesidad de llevar a votación alguna propuesta.  En lugar de ello se hacían comentarios pertinentes de cada adición y el autor original las tomaba en cuenta e incorporaba lo conducente en la propuesta.  Con estas medidas se aceleró significativamente la redacción del texto final y el resultado fue un producto altamente satisfactorio.

1 comentario:

  1. Excelente reflexión, Mtro. Jaime,

    Sin duda, la situación que comenta fue un reto y la reflexión que hace al respecto me parece interesante, resolvieron el reto. Su equipo maduró.

    Las características que menciona en el trabajo que realizaron son la fluidez y lo ameno, la comunicación y el trabajo con herramientas informáticas, las aportaciones, comentarios y ajustes desde el autor de las propuestas.

    Me parece que su método de trabajo les resultó muy satisfactorio, se nota en su producto de trabajo.

    Todo lo anterior, efectivamente les permitió cumplir los objetivos individuales y colectivos con respecto a esta actividad.

    Su trabajo está muy bien unificado.

    ¡Felicidades!

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