Como se ha venido comentando en
nodos anteriores, uno de los principales retos que tiene el docente en línea es
fomentar el hábito de la lectura en los estudiantes. La falta de este hábito constituye una
dificultad central para el aprendizaje óptimo de los estudiantes.
En nuestro caso particular, la
mayoría de los estudiantes que tenemos en este sistema puede ser considerados
como “inmigrantes digitales” (Prensky, 2010). En una encuesta realizada en
noviembre de 2013 a mis estudiantes, derivada de las actividades del nodo III
de este diplomado, encontré que solamente el 39% acostumbra leer y un 30%
utiliza habitualmente la tecnología digital como algo cotidiano.
A diferencia del alumno adulto
analfabeto que acude en general a un centro educativo con la finalidad casi
exclusiva de aprender a leer y a escribir, donde la motivación lectora está
asegurada, el alumno adulto que acude a un centro educativo con las habilidades
lectoras ya conseguidas se resiste a la lectura, o incluso la rechaza
totalmente, dado que su finalidad principal de aprendizaje está en dominar
otros conocimientos y en rentabilizar al máximo su asistencia al aula,
aprendiendo todo lo que no ha podido lograr hasta el momento y adquiriendo
cuanto antes el título que desea conseguir.
Las estadísticas de los últimos años en
nuestro país indican que el mexicano adulto tiene una baja motivación lectora.
Y si es un alumno del sistema educativo en línea, su desinterés se ve aumentado
porque las horas pasadas en el aula y sus esfuerzos por aprender, los dirigen
prioritariamente al aprendizaje de habilidades o de conocimientos que
consideran más necesarios para conseguir un título o hacer más rentable su
estancia en el aula. Muchas de las actividades desarrolladas en la educación en
línea, incluso las necesarias para conseguir los objetivos propuestos en la
programación, se ven así en principio rechazadas por el alumno adulto, que no
les ve una utilidad inmediata, y cuyos objetivos personales se reducen a
adquirir multitud de conocimientos, a realizar correctamente operaciones, o a
utilizar su tiempo para conseguir lograr en el tiempo menor posible el
correspondiente título.
Es importante que el alumno
adulto logre un nivel óptimo de comprensión lectora, no importando tanto la
velocidad en una primera fase, sino más bien el dominio de la técnica en
relación con la misma comprensión de los datos que contiene el texto escrito.
Para ello es importante utilizar algunas técnicas que implican la lectura y
comentario de textos, individualmente y por grupos, potenciando así la
importancia de los mensajes escritos como forma importante de salvaguardar
información. En otros casos se deben programar actividades que necesiten de la
lectura, con el fin de contestar cuestionarios o de plasmar de la manera más
coherente lo que el adulto piensa sobre determinado tema o aspecto. El ver una
película, una obra de teatro, y posteriormente comentarla en grupo, por escrito
y mediante contestación de cuestionarios, demuestra la importancia de la
lectura y apoya sin duda el interés del adulto por la letra impresa.
Es muy difícil para el adulto de
escasas habilidades lectoras el poder plasmar en letra escrita lo que es capaz
de percibir, y viceversa, es difícil para él percibir lo que está plasmado en
letra impresa, dada la dificultad en la lectura. Por ello es importante el que
se le ponga en ocasión de reflejar las experiencias significativas que va
viviendo, ya que el leer lo que él mismo escribe, es clave indispensable para
su motivación por la lectura. Un aprendizaje significativo, es algo que la
pedagogía actual y la psicología del aprendizaje considera de sumo interés para
el que lo logra, ya que "significa" un cambio en profundidad en los
comportamientos y conductas del que aprende.
Variar las actividades, procurar
que el alumno adulto realice "creaciones propias" de situaciones que
le resulten interesantes y que posteriormente las plasmen por escrito es una de
las actividades más importantes para acercar a la lectura al adulto poco o
escasamente hábil. En esta línea de actuaciones entra la utilización de una
metodología didáctica socioconstructivista que fomente y motive el hábito de la
lectura en los estudiantes adultos en el sistema educativo en línea.
Para lograr lo anterior se
propone utilizar el modelo propuesto por Donna Kabalen de los Tres niveles de
lectura. Los
fundamentos teóricos y prácticos en los que se basa esta metodología de
comprensión de lectura son: la Teoría Triádica de la Inteligencia de Robert
Sternberg, la Teoría Crítica de Richard Paul y el Paradigma de los Procesos de
Margarita de Sánchez.
Primer nivel: Literal
Está
basado en seis procesos básicos de pensamiento y en la aplicación de esquemas
mentales para el logro de la representación de la información dada en los
textos. Se espera que el lector conozca lo que dice el texto tal cual, sin
interpretarlo.
Por
ejemplo, a partir del párrafo que aparece a continuación se puede elaborar un
esquema conceptual. El proceso mental para describirlo es el de la observación.
"Estoy
en mi escritorio y mi mirada divagando por la oficina se detiene ante aquel
inmóvil portalápices que me regalaron en mi último viaje al extranjero. ¡Es
toda una obra de arte!, no sé si lo amo más por su utilidad o por su apariencia;
los diseños de muchos colores sobre su superficie negra me remontan a aquellos
bellos y tranquilos lugares donde compartí con grandes amigos. Aunque tiene una
forma rectangular -muy convencional por cierto- se constituye en una obra muy
original por su diseño único hecho a mano”.
Segundo nivel:
Inferencial
Se refiere a que el lector sea capaz de obtener datos a
partir de lo leído, obteniendo sus propias conclusiones. Primero el lector
tendrá que codificar ciertas palabras clave: portalápices, obra de arte, útil,
último viaje, diseño, belleza, etc.
En segundo lugar deberá establecer relaciones implícitas
entre las palabras que se ubican en el texto, lo que llama Robert Sternberg en
su Teoría Tríadica: combinación selectiva.
Por ejemplo, el párrafo anterior permite inferir la
siguiente información implícitamente:
- El portalápices es usado por la persona, ya que menciona que es útil.
- El narrador ha viajado al menos dos veces al extranjero.
- En el texto se sugieren diseños bellos y tranquilizadores que evocan recuerdos del lugar que se visitó; con esto se puede concluir que la persona disfrutó su estancia en el extranjero.
Tercer nivel:
Analógico
Se llega al nivel analógico cuando el lector, utilizando
la información previa que ha obtenido a través de diversas lecturas, es capaz
de funcionalizar en términos de Sternberg. Dicha información tendrá que ser
relacionada con algún vínculo que la asocie, en función del contenido que
contenga la nueva lectura; es decir, el lector deberá yuxtaponer cierta
información codificada e inferida hacia el ámbito nuevo que le ofrecen otros
textos.

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