Con el fin de dar a conocer las aportaciones personales que se insertaron en los diversos foros holísticos del Nodo IV, me permito presentarles el documento que agrupa todas estas intervenciones. Por la extensión del mismo, solamente ofreceré en este espacio algunos de los comentarios realizados.
El texto completo de las aportaciones lo puede consultar aquí.
En mi experiencia profesional
como tutor en línea, los problemas más comunes se refieren a asuntos de
entregas tardías de trabajos, falta de tiempo para leer adecuadamente los
materiales y recursos educativos, baja conectividad tecnológica, así como
deficiencias en la comprensión de los textos trabajados, argumentos que también
emplean los alumnos en la educación tradicional.
En este sentido, el conocimiento
como docente que la mayoría de los estudiantes en línea de educación superior
trabajan al mismo tiempo que estudian, además de sus tareas y responsabilidades
familiares, obligan a adoptar medidas y técnicas acordes con los postulados
andragógicos.
En la educación en línea, sobre
todo a nivel universitario, los estudiantes pertenecen a la categoría de
adultos, motivo por el cual la andragogía pasa a ser el eje rector del estilo
de educación a desempeñar. Sin embargo, las prácticas discentes no se
diferencian de los comportamientos que presentan los alumnos en las etapas de
la educación secundaria o en el bachillerato.
Si bien es cierto que los alumnos
adultos tienen una mayor autonomía para elegir de acuerdo con sus necesidades
sus requerimientos de educación y aprendizaje, la mayoría de ellos, sobre todo
en la educación en línea, determinan estudiar por requerimientos laborales no
por decisiones personales de autosuperación.
Necesitan obtener un título universitario para ingresar al mercado
laboral en condiciones de competitividad o por asuntos de promoción en el
puesto, no tanto por actualización de sus conocimientos.
En mi papel como asesor en línea
es fundamental tener una conciencia clara de las necesidades de aprendizaje de
mis educandos, asumir un rol de facilitador del aprendizaje, así como atender
el proceso educativo al considerar las necesidades generales y específicas del
grupo de educandos.
También es importante mantener
apertura y flexibilidad ante la necesidad de hacer cambios al programa de
actividades para atender las necesidades específicas de los educandos, ya que
los educandos cuentan con ritmos y estrategias de aprendizaje diferenciales, al
igual que debemos permanecer permanentemente a la expectativa acerca de lo que
los educandos manifiestan en sus discursos como necesidad de aprendizaje.
Si estamos conscientes de que en
la situación de aprendizaje andragógica, los participantes interactúan en
relación con aquello que se ha de aprender, por lo tanto docente como alumnos requieren
poseer características comunes de autenticidad, autocrítica y crítica
constructiva, respeto mutuo, ética y empatía.
Si entendemos el principio de
horizontalidad, donde el adulto aprende lo que quiere y cuando lo quiere hacer,
entonces nuestra labor como docentes andragógicos será aprovechar los
conocimientos previos del alumno para estructurar las formas en las cuales el estudiante
encarnará la nueva experiencia, seleccionará la información para su atención
posterior y determinar cómo será interpretada. Elegir qué significados,
valores, estrategias y destrezas debemos fomentar será labor prioritaria del
docente para ayudar al alumno a modificar, transformar y reintegrar
significados, valores, estrategias y destrezas.
El socioconstructivismo señala
que un sujeto se construye conocimientos a partir de lo que ya conoce. Este
paradigma es difícilmente aceptable para los profesores sin que haya por su
parte un cuestionamiento fundamental. Por definición, los profesores enseñan y
transmiten saberes a sus alumnos. Actualmente, nadie discute eso. Tanto
pedagogos, como investigadores en educación y profesores aceptan, casi por
unanimidad, la necesidad de que el alumno participe activamente en la
construcción de sus conocimientos.
Sin embargo, para Ernst von Glasersfeld (1994), los conocimientos no
se pueden transmitir. Por el contrario,
quien aprende los construye y después se mantienen mientras sean viables para
el alumno. Esto significa que,
articulados a otros recursos (afectivos, sociales, contextuales, etc.) estos
conocimientos viables permiten a su autor ser competente en una serie de
situaciones que deben ser significantes para el alumno, pero además pertinentes
en lo que respecta a las prácticas socialmente establecidas. Por tanto, lo que es determinante para el
aprendizaje ya no el contenido disciplinario, sino las situaciones en las
cuales el alumno puede utilizar dicho contenido como “conocimiento viable”. Lo
determinante es la “situación” y no la construcción que cada alumno elabora
acerca de esas situaciones: la representación de la situación. Asegurarse de la
viabilidad de sus propios conocimientos requiere una práctica reflexiva por
parte del sujeto que conoce.
Siguiendo la perspectiva
socioconstructivista, los conocimientos se sitúan en cierto contexto, y las
competencias solo pueden definirse en función de situaciones. El concepto de
situación se convierte entonces en el elemento central del aprendizaje: en una
situación el alumno construye conocimientos
situados y desarrolla competencias.
Esto es fundamental para el desarrollo de aprendizajes escolares. No se trata
de enseñar contenidos descontextualizados (el área de un trapecio, la suma de
fracciones, procedimientos cálculo mental, etc.) sino realmente de definir
situaciones en las cuales los alumnos puedan construir conocimientos y
desarrollar competencias. Partiendo de un contenido disciplinario, brevemente
descrito en un plan de estudios, se trata de buscar situaciones en las cuales
el alumno podrá construirse conocimientos acerca de esta noción. Y además,
tendrá que utilizar estos conocimientos para desarrollar competencias. Desde esta perspectiva, el profesor o asesor
se vuelve muy compleja: manejar situaciones para permitir construir
conocimientos y desarrollar habilidades.
Las actividades a
realizar con el apoyo de Internet son una parte importante del aprendizaje,
porque se utiliza para la búsqueda de soluciones a problemas y para profundizar
en el significado de los conceptos.
Los alumnos continúan definiendo nuevos objetivos a medida que avanzan
en el problema y se dan cuenta de que el aprendizaje es un proceso continuo. Los
tutores requieren de las habilidades y actitudes necesarias igualmente para apoyar
el proceso de aprendizaje, evaluar y dar retroalimentación. La
retroalimentación por parte de los estudiantes, es igualmente importante para
el replanteo del problema y el enfoque de los objetivos. Esto ayudará al
profesor a mejorar las deficiencias del planteamiento de la práctica.
Siguiendo la línea marcada por
Isaac Asimov, una vez que tengamos conexiones de computadoras en cada casa, cada
una de ellas conectadas a enormes “bibliotecas” donde cualquier persona pueda
hacer preguntas y tener respuestas, obtener materiales de referencia sobre
cualquier tema en el que se esté interesado desde la infancia, por más tonto de
que parezca a alguien más eso en lo que se está interesado, podemos preguntar y
descubrir dicho tema desde nuestra propia casa, a nuestro propio ritmo, nuestra
propia dirección y nuestro propio tiempo.
De esta forma todo mundo disfrutaría aprender.
Hoy en día lo que las personas
llaman aprendizaje es algo impuesto. Y todo el mundo está obligado a aprender
la misma cosa, al mismo tiempo y al mismo ritmo en clase. Y todas las personas
son diferentes. Para algunos es demasiado rápido, para otros es demasiado lento
y para otros vamos en la dirección equivocada. Si se da la oportunidad, además
de la escuela, para seguir la propia vocación desde un inicio, no se trata de
abolir la escuela, sino de transformarla.
Las TIC solo son herramientas, no
sustituyen al profesor. Y los alumnos no
son expertos en TIC. Si el socioconstructivismo implica adecuar el aprendizaje
a los gustos y necesidades de los alumnos, las TIC pueden auxiliar grandemente
en este sentido con la función facilitadora del docente.
Hoy el reto de las instituciones
educativas, en todos los niveles, es muchísimo mayor en tanto que la
accesibilidad y el manejo de las TIC por parte de la población incide de
diversas maneras en la educación de niños, adolescentes y jóvenes escolarizados
ya que no sólo proporcionan lenguajes, visiones del mundo, valores y pautas de
comportamiento muchas veces distintas de las que se enseñan en los centros
escolares, sino que también presionan para transformar los modos de enseñar y
aprender utilizando ciertas tecnologías, guste o no a los docentes y a la
totalidad de los discentes.
Ahora, los padres y los docentes
tienen que mediar entre lo que aparece en los medios de comunicación pública y
lo que saben los hijos/alumnos, si no quieren dejarles solos en la tarea de
interpretar y dar sentido a esas emisiones. Pero además, tienen que saber usar
las TIC para conocer lo que por ellas circula, cómo funcionan, qué puede
encontrarse a través de ellas, qué usos son deseables e indeseables, qué
riesgos se asumen, etc. Y, finalmente, tienen que saber utilizarlas para no
renunciar a sus potencialidades en beneficio de la formación de los
estudiantes.
Es importante como docente el
enseñar las estrategias metacognitivas junto con el contenido de la materia al
que se le van a aplicar. Esto permite a los alumnos tener experiencias
concretas con la metacognición y practicar la habilidad. Es entonces cuando se
espera que la habilidad se transfiera a otras áreas. Sin embargo, la habilidad
necesita ser practicada hasta tener la pericia de la misma en un área
determinada con el fin de ser transferida.
Los profesores deben enseñar a
los estudiantes cómo ser responsables de su propio aprendizaje. Muchos alumnos
creen que la responsabilidad reside en el profesor.
Más que pensar en las diferencias
de estilos de aprendizaje, debemos tener en cuenta que en función de la
disponibilidad horaria y de los recursos de que se dispongan, hay que decidir
entre plantear más de un problema o resolver un único proyecto a lo largo de la
asignatura, y tener presente el número de alumnos matriculados a la hora de
hacer grupos, así como la experiencia personal y la madurez de los mismos.
Plantear un problema implica
cierta flexibilidad y no llevar una dirección tan pautada como requeriría un
proyecto, dado que si el proyecto tiene cierta envergadura, es necesario
ajustar unos plazos fijos de entregas y objetivos para repartir la carga del
mismo a lo largo del tiempo, y evitar una entrega final precipitada y poco
meditada propia de la mayoría de los estudiantes. En un caso y otro, hay que
definir claramente el problema y los elementos para su resolución, fijar hitos
y dejar claro los aspectos metodológicos a seguir por los alumnos.
La irrupción masiva de las nuevas
tecnologías digitales en las aulas y centros escolares obliga no solamente a
replantear y redefinir los contenidos del currículum académico, sino también
implica necesariamente realizar importantes inversiones económicas para dotar
con recursos tecnológicos suficientes a los centros educativos así como crear y
desarrollar redes telemáticas educativas, desarrollar estrategias de formación
docente y de asesoramiento a las instituciones educativas en relación a la
utilización de las TIC con fines educativos.
Lo importante de esta
reestructuración de la enseñanza será el desarrollo de procesos formativos
dirigidos a que los sujetos educativos aprendan a aprender; a adquirir
habilidades para el autoaprendizaje de modo permanente a lo largo de toda la
vida; a enseñar a que el aprendiz sepa enfrentarse a la información (buscar,
seleccionar, elaborar y difundir información necesaria y útil; a que cualifique
laboralmente para el uso de las nuevas TIC y para que tome conciencia de las implicaciones
educativas, económicas, políticas, culturales e ideológicas de la tecnología en
nuestra sociedad.
El uso de la tecnología educativa
actual produce un claroscuro en el campo de la educación. Por una parte, las tecnologías digitales
permiten y facilitan una mayor comunicación entre las personas
independientemente de su situación geográfica o temporal. Rompen barreras
espacio-temporales facilitando la interacción entre personas mediante formas
orales, escritas o audiovisuales. Esta comunicación puede ser sincrónica o
asincrónica. Las tecnologías permiten el acceso de forma permanente a gran
cantidad de información. Desde el hogar y a través de las redes telemáticas se
puede acceder a bibliotecas, museos, centros educativos, instituciones y
asociaciones de todo tipo. La innovación tecnológica también está modificando
sustancialmente el entorno laboral: existe nuevos puestos laborales
relacionados con el desarrollo y aplicación de la tecnología informática y de
telecomunicaciones así como la aparición del teletrabajo que consiste en la
posibilidad de trabajar a distancia a través del uso de las redes de computadoras
con la consiguiente flexibilidad de los horarios laborales. Pero por el otro
lado, estamos dependiendo en gran medida de este proceso tecnológico: sin
máquinas digitales nuestro mundo ya no funciona. Se ha producido una verdadera revolución
tecnológica en donde el cambio es continuo, permanente, a corto plazo y con
velocidades muy aceleradas. El reciclaje, la readaptación y ajuste a los
requerimientos y demandas impuestas por las nuevas tecnologías obliga, sobre
todo a los adultos, a realizar un enorme esfuerzo formativo destinado a
adquirir las competencias instrumentales, cognitivas y actitudinales derivadas
del uso de las tecnologías digitales.
Quien no esté al ritmo del cambio digital corre el riesgo de ser
considerado analfabeto tecnológico. Es
obligatoria esta necesidad de alfabetización tecnológica para acceder a la
cultura digital y tecnológica actual (saber buscar la información,
seleccionarla, elaborarla y difundirla desde cualquier medio). Estamos inmersos en un verdadero alud
informativo que provoca, paradójicamente, una gran desinformación. Se ha roto con el modelo de organización
lineal de la cultura impresa: las imágenes y los sonidos ya no se transmiten de
forma secuencial, ahora el hipertexto almacena la información de tal modo que
no existe una sola forma de acceder a ella, sino que las distintas unidades o
segmentos de la información están entrelazados a través de nodos similares a
una red. Todo esto ha provocado un
desajuste del sistema educativo. La escuela ya no funciona en esta nueva
sociedad.
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