El Video Aprendizaje Significativo parte de dos ideas fuerza:
- Actitud favorable para la tarea
- Dotar de significado propio a lo que se asimila
Esto lleva a reformular nuestro papel como docentes en un ámbito escolar que carece de interrelación humana en el sentido que implica el video.
En los últimos años se han incrementado las exigencias y es cada vez más fuerte la demanda a la Universidad para que brinde una formación que otorgue protagonismo a los estudiantes, incremente su creatividad, su análisis crítico y su compromiso moral con la sociedad. En el aula virtual confluyen estudiantes con perfiles diferentes y con distintos grados de manejo en el uso de herramientas informáticas. A partir de su bagaje de conocimientos previos interpretan las condiciones del acto comunicativo y reformulan sus significados, ideas y conceptos para elaborar las respuestas.
El docente, a través del proceso de enseñanza, es el encargado de guiar al alumno en la construcción de sus aprendizajes, proponiendo instancias que lo involucren, le interesen y le representen un desafío. Debe seleccionar aquellas actividades y poner en juego determinadas estrategias para fomentar la interacción en el aula virtual, y a partir de la socialización y la elaboración grupal, comprometida y responsable, generar conocimiento.
Actualmente, los procesos de construcción, reconstrucción y eventualmente, transmisión de saberes están mediados por herramientas tecnológicas que exceden los ámbitos educativos. Se ha transformado la relación entre el docente y el estudiante, la enseñanza ha cambiado sus formas de transmitir los conocimientos, incluyendo nuevos métodos y formatos.
El surgimiento de la enseñanza virtual, no sólo modifica la relación de aprendizaje por no contar con la presencia del docente y del alumno compartiendo el mismo espacio y tiempo, sino que genera además, mayores exigencias en los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
En la plataforma virtual, docentes y estudiantes se encuentran insertos en un contexto de hiperabundancia de información (multiplicidad de fuentes y recursos a los que acceder) por lo cual surge la necesidad de desarrollar nuevas capacidades, destrezas, competencias digitales y comunicativas para poder relacionarse en el entorno virtual y elaborar conocimiento.
Los docentes hoy se enfrentan a un doble desafío, saber utilizar las TIC y a su vez enseñar a utilizarlas con fines pedagógicos, lo cual demanda replantear rutinas, reflexionar sobre las estrategias a adoptar para facilitar y promover el aprendizaje autónomo, siguiendo las lógicas de la Web 2.0, que ponen el acento en lo social y lo colaborativo.
Los estudiantes de la modalidad virtual, en su mayoría, ya cuentan con conocimientos técnicos para operar en el ciberespacio, por estar inmersos en una sociedad donde la información y los saberes son accesibles en otros espacios, como el laboral, que en muchos casos los obliga a capacitarse, usar computadoras y desenvolverse en Internet, pero requieren ser formados con nuevas estrategias educativas y comunicacionales para comprender el aula virtual como espacio en el que la construcción colectiva del conocimiento es posible.
Si partimos del supuesto de que la comunicación es interacción, podemos sostener que la comunicación es el fundamento de las relaciones humanas. A través del vínculo que se establece con los otros y el entorno, se realiza el proceso de construcción de la vida en sociedad. Por medio del proceso comunicativo las personas constituyen relaciones de asociación y cooperación mutua. La sociedad se compone de una red de relaciones de interacción. Es por eso que en contextos educativos como el analizado en este video, no podemos hablar de una concepción lineal de la comunicación como transmisión de información, sino de comunicación como proceso constante de significación, donde hay en juego varios códigos que son complejos, que están relacionados con los diversos contextos históricos, sociales y culturales, de los actores que intervienen, y tiene especial importancia la situación comunicativa particular.
Teniendo como referencia este modelo, la comunicación entre los participantes de los procesos de enseñanza y de aprendizaje virtual no se da a través de los medios y materiales, sino en las instancias de interacción.
En mi experiencia como docente en línea me enfrento a tres escenarios comunicativos:
Un escenario bidireccional, corto y limitado, donde la interacción se da entre el profesor y el alumno, estableciendo un diálogo constructivo, donde hay un ida y vuelta constante; un escenario unidireccional donde se presenta la comunicación desde el profesor hacia el alumno, sin retroalimentación, es decir que la característica principal será la transmisión de información, de contenidos específicos, por ejemplo a partir del planteamiento de una actividad; y un tercer escenario de interacción entre los alumnos como pares donde desde la función del docente se promueve la sociabilización y construcción de conocimiento colectivo.
La mayor parte de la interacción en el aula virtual la materializo en intercambios escritos, fundamentalmente en la sección del chat académico. Sin embargo, su lectura no implica la co-presencia del alumno, ya que la comunicación principalmente es asincrónica. De igual manera, al escribir una participación en un foro, una consulta, una respuesta o un comentario, tanto el estudiante como el docente cuentan con el tiempo diferido entre la elaboración del mensaje, el envío y su recepción. A diferencia de los intercambios orales en un encuentro presencial, los protagonistas de un aula virtual pueden escribir, corregir, eliminar y revisar antes de hacer público un aporte o enviar un mensaje. Esto modifica sustancialmente el proceso comunicativo.
El no poder compartir tiempo ni espacio, por tanto no coincidir en el momento ni en el lugar de escritura respecto de la lectura, la interpretación de los textos muchas veces es errónea.
En mi rol como docente procuro fomentar la construcción del conocimiento. Trata de realizar lo anterior a través de una comunicación de retroalimentación adecuada. Trato de entregar al estudiante información pertinente sobre lo que está haciendo, de manera que le permita entenderlo e incorporarlo como parte de su experiencia personal. Sin embargo, me encuentro con el problema de que muchos alumnos no leen las rúbricas de evaluación y las instrucciones del ejercicio solamente las leen una sola vez sin intentar comprender el significado de las actividades.
Por otra parte, intento promover las relaciones entre participantes del aula a través de los trabajos colaborativos que se indican durante el curso. En este aspecto, la problemática proviene de los tiempos de estudio y de ingreso a la plataforma, ya que al ser desiguales -cada aluno tiene ritmos diferentes de trabajo- pocas veces coinciden los propios alumnos para desarrollar la actividad y terminan solicitando hacer individualmente las actividades. La conformación de equipos de trabajo se vuelve una problemática significativa en el transcurso del cuatrimestre.
Un recurso que trato de utilizar es el software de Skype, el cual permite tener conversaciones orales simultáneas con los alumnos. Desafortunadamente, la mayoría de ellos no utiliza el micrófono y se vuelve una comunicación escrita que impide explayarse al momento de tratar de dar explicaciones sobre el objetivo de las actividades o se acota por el uso limitado del lenguaje de los estudiantes que no explican con claridad cuáles son sus dificultades de aprendizaje.
El Foro en el aula virtual es un espacio de intercambio y socialización entre los estudiantes y el docente, que por lo general trato de utilizar. Sin embargo, en muchas ocasiones el estudiante se limita a realizar las actividades que expresamente le han sido encargadas y no realiza la retroalimentación de los escritos de sus compañeros e, inclusive, no realiza la corrección de sus aportaciones provenientes de las sugerencias del facilitador.
Las actividades de autorreflexión también es una oportunidad que deberían aprovechar los alumnos y docentes para relacionarse entre sí. En esta actividad también encontramos altibajos en la participación de los alumnos. La mayoría de ellos realiza respuestas cortas a lo solicitado impidiendo una adecuada retroalimentación del facilitador.
Finalmente, el uso del correo institucional es otro recurso poco aprovechado por los estudiantes para relacionarse con el facilitador. Me he encontrado con alumnos que abren su cuenta institucional solamente para saber se llegó el mensaje de aceptación al nuevo cuatrimestre y no vuelven a utilizarlo en todo el periodo, aun siendo conscientes de que el medio oficial para recibir notificaciones. Otros alegan que no tienen acceso al mismo por no aceptar la plataforma las contraseñas requeridas.
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